Las fiestas de Navidad en Ayacucho muestran las diferencias tan
grandes entre ricos y pobres, ricos que en muchos casos se hicieron
robando al pueblo salud, educación, oportunidades. La consecuencia, el
aumento de la pobreza extrema en la región.
Ayacucho ha pasado a ser el penultimo en pobreza en todo el Perú,
superando solo a Cajamarca, sin embargo, allí están los discursos de
ayuda, de mejores obras, inversiones, etc.
Si se envió el dinero a Ayacucho, en alguna parte se esfumó y como eso
no es posible debemos dudar de la cadena que vá desde el Gobierno
Central hasta las municipalidades, pasando por el Gobierno Regional.
En concreto son todos ellos responsables por este retroceso.
Finalizando el año, vemos más pobres en las calles, más alcohólicos
que tratando de huir de la realidad se entregan al terrible vicio
promovido por grandes transnacionales de la cerveza.
Una madre deja a su niño en la vía pública mientras procura vender
algunas mercaderías para llevar el alimento al hogar.
Un alcoholico, que probablemente no encontró trabajo por que no tiene
el carnet del partido, yace ante la indiferencia de los transeuntes.
Finaliza el año y muchos comentan : Este año ha sido uno de los peores.